lunes, 24 de mayo de 2010

SUEÑO QUE SEME FUE DELAS MANOS

"Mi nombre es Jacinta Quispe Aiquipa, desde que tengo uso de razón he vivido en “CIUDAD DE REYES”, es decir lima.

Mi padre era un indio mitayo que trabajaba arduamente para mantenernos.
Mi madre “Silvia” se encargaba de los quehaceres de la casa, quizás será por eso que siempre, la veía lavando en el rió y cocinando.

Siempre me ha dado cólera ¿Cómo estando en plena colonia, las mujeres no teníamos ni vos, ni voto? Teníamos que depender de un hombre. ¡Como si fuéramos bebitas para depender de alguien!
No podíamos estudiar, claro que algunas habían sido escogidas para ir al convento, beneficiandose así con el estudio, yo si quería estudiar, y pensaba a como de lugar buscar una forma para hacerlo, pero hasta ahora se me había ocurrido pachotada y media.

Primero se me había ocurrido ir a la escuela, sabiendo que solo era para los varones, y decirles a mis maestros:

-¡maestro o profe, como se le llame a usted, soy hombre ahh…., pero no valla a pensar que soy niña!-lo iba a decir imitando la vos de mi papa, esas voces que solo tienen los hombres: roncas y fuertes ¡soy hombre!

Pero no funciono, fui al colegio y el portero me dijo:
-¡pasa!-hasta ahí decía que todo estaba bien, pero después al entrar al salón y al decirle al profesor lo mencionado anteriormente, se lleno la cara de una plena sonrisa y dándome palmaditas, me dijo:

-¡niña no seas ridícula vete!

Aquel día converse con mi amigo José, que era un negro esclavo., él tenía 8 años igual que yo y siempre jugábamos .el me dijo:
-¡tu puedes estudiar disfrazándote de hombre .en cambio a mi no se me quita lo negro a punta de palos por mas que quiera que se me quite lo esclavo!
Y al despedirse de mi me tendió su mano, que aun guardaba las marcas de “La Carimba”, aunque haya ocurrido hace un año, yo había sido testigo de cómo con el hierro caliente le dejaron esa marca.


Tal ves lo que me había dicho podía funcionar.y decidí seguir su consejo, ocultando toda mi cabellera en un sombrero y utilizando ropa de hombre. Para que tal ves así me dejen estudiar, ¡DISFRASADA!
Al entra al salón estaba nerviosa, creía que me iban a descubrir, pero no fue así.El profesor me presento ante los demás con el nombre de “José “, nombre que me puse.,y me trato como uno de ellos. Los chicos me trataban como su igual, quizá será por eso que eran toscos conmigo.

José era un negro “ladino”, porque hablaba español y debido a los abusos de su amo Juan Belmonte de Villalobos, se escapo quedándose a vivir en mi casa., y debido a esto recibió el sobrenombre de “amarron”.

Estuve yendo al colegio durante 7 años .en esos años aprendí muchas cosas y durante ese tiempo le enseñe a José todo lo que sabia.

Cambiando mi ropa de mujer a hombre aquella mañana, me di cuenta de algo que no tenia antes., ¡oh no, y si es un tumor lo que tengo en mi pecho!
Pero era extraño tenia dos tumores a la altura de mi pecho, parecía dos limones, y no sabia que eran, se me hacia tarde por lo que me fui sin preguntarle a mama lo que eran.
En el salón me quite mi chompa de lana y veía que el profesor me miraba y me miraba.
Al terminar la clase, el profesor me dijo:
-¡José o mejor dicho josi!-no entendía-¡José o como sea que te llames eres una niña y antes que le diga a los cabildos que te has pasado de lista, mejor vete y nunca mas regreses!

Aquel día fue el peor de todos, ahí se iban mis sueños, el deseo de cambiar el mundo. Llore como nunca en mi vida lo había hecho, José me decía que todo estaba bien y yo le decía que todo estaba mal.

Mis tumores crecían cada día más, al igual que crecía el amor que sentía hacia José.


BELLO CUENTO PUESTO POR LUNA BELLA

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